Nostalgia era el sentimiento que me provocaba cuando veía esta vieja silla que era de mi abuela, y en su día de mi bisabuela. Pero cierto es que no encontraba lugar en mi nueva casa, así que como nos encanta eso de dar nuevas oportunidades a trastos viejos, la hemos reinventado con un toque de color blanco roto envejecido y tapizado con símil cuero desgastado, que le sigue dando un toque vintage…
¿qué os parece?